De acuerdo con Las Orientaciones Técnicas Internacionales sobre educación en sexualidad, la educación integral en sexualidad o EIS de la UNESCO 2018, es un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versa sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad. Su propósito es dotar a las niñas, niños y adolescentes de conocimientos basados en datos empíricos, habilidades, actitudes y valores que los empoderarán para disfrutar de salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de otras personas; y comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida y asegurarse de protegerlos.[1]
La EIS es una educación que se imparte en entornos formales y no formales.
Conceptos clave y características de la EIS
Los ocho conceptos clave de la EIS, junto con sus características y campos de aprendizaje, se han esbozado en la versión revisada de las Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad de las Naciones Unidas y se resumen a continuación.
Características:
Científicamente precisa: el contenido de la EIS se basa en hechos y evidencias relacionados con la salud sexual y reproductiva, la sexualidad y las conductas.
Gradual: la EIS es un proceso educativo continuo que comienza a una edad temprana; la nueva información se desarrolla sobre lo aprendido previamente, utilizando un enfoque de currículo en espiral. Adecuada a cada edad y etapa del desarrollo: el contenido de la EIS responde a las necesidades y capacidades cambiantes de las infancias y de la persona joven a medida que estos crecen. La EIS, teniendo en cuenta la edad y etapa de desarrollo, aborda temas referidos al desarrollo cuando sea más oportuno para la salud y bienestar; acepta la diversidad de desarrollo; adapta los contenidos cuando el desarrollo cognitivo y emocional se retrasa; y se presenta cuando es más probable que ocurra la internalización de la salud sexual y reproductiva y de los mensajes vinculados a las relaciones.
Con base en un currículo: la EIS se incluye en un currículo escrito que orienta los esfuerzos del educador para apoyar el aprendizaje de los estudiantes. El currículo abarca objetivos clave de aprendizaje, el desarrollo de objetivos de aprendizaje, la presentación de conceptos y la entrega de mensajes clave claros en una manera estructurada. Puede impartirse dentro o fuera de los entornos educativos.
Integral: la EIS proporciona oportunidades para adquirir información integral, precisa, con base en la evidencia y adecuada a cada edad sobre sexualidad; aborda temas de salud sexual y reproductiva, tales como fisiología y anatomía sexual y reproductiva, pubertad y menstruación, reproducción, métodos anticonceptivos modernos, embarazo y parto; e ITS, incluidos el VIH y sida. La EIS abarca la gama completa de temas importantes para el aprendizaje de todos los estudiantes, incluidos los temas que puedan ser difíciles de encarar en algunos contextos sociales y culturales. La EIS apoya el empoderamiento de los estudiantes al mejorar sus aptitudes analíticas, de comunicación y otras para la salud y el bienestar en relación con: sexualidad, derechos humanos, vida familiar y relaciones interpersonales saludables y respetuosas, valores personales y compartidos, normas culturales y sociales, igualdad de género, la no discriminación, comportamientos sexuales, violencia y violencia de género, consenso e integridad corporal, abuso sexual y prácticas nocivas tales como el matrimonio infantil, precoz y forzado, y la mutilación/ablación genital femenina. “Integral” también se refiere a la amplitud y profundidad de temas, y al contenido que se entrega a los estudiantes de manera sistemática a lo largo del tiempo durante toda su educación, y no solamente en una lección o intervención única.
Con base en un enfoque de derechos humanos: la EIS desarrolla y promueve la comprensión de los derechos humanos universales –incluidos los de las infancias y de los derechos de todas las personas a la salud, educación, igualdad de información y la no discriminación. Utilizar un enfoque con base en los derechos humanos dentro de la EIS también implica crear conciencia entre las infancias y adolescencias, alentarlos a reconocer sus propios derechos, reconocer y respetar los derechos de los demás y abogar por las personas cuyos derechos son violados. Al proporcionarles un acceso equitativo a la EIS, se respeta su derecho a obtener el más alto nivel posible de salud, incluidas elecciones sexuales seguras, responsables y respetuosas, libres de coerción y violencia; así como su derecho a tener acceso a la información que los jóvenes necesitan para un autocuidado eficaz.
En el mundo, la EIS se conoce con nombres distintos y su abordaje se da a partir de enfoque diferentes. El objetivo de la EIS es garantizar que los jóvenes reciban una educación integral en sexualidad que sea útil para la vida y que les permita adquirir conocimientos y habilidades para tomar decisiones respetuosas, sanas e intencionadas respecto de su sexualidad y sus relaciones.
Los elementos centrales de los programas de la EIS comparten algunas similitudes: están firmemente cimentados en los Derechos Humanos, incluidos los derechos de las infancias y el empoderamiento de niñas, niños y adolescentes, y reflejan el concepto general de que la sexualidad es parte natural del desarrollo del ser humano. Para lograr una educación eficaz en sexualidad, ésta debe partir en la infancia, para luego desarrollarse en la adolescencia y en la edad adulta, y debe ofrecer habilidades y conocimiento adecuados para cada etapa de la vida mediante un cuidadoso proceso de adaptación progresiva por etapas, tal como cualquier otra asignatura del programa escolar.
Tres campos de aprendizaje:
Para profundizar en el tema en la bibliografía encontrarás Las Orientaciones Técnicas Internacionales sobre educación en sexualidad, la educación integral en sexualidad.
Video EIS UNESCO
¿Qué demuestran los datos sobre la educación integral en sexualidad?
De conformidad con la UNESCO existen pruebas significativas del impacto de la EIS sobre el comportamiento sexual y la salud. Los datos ponen de relieve que: