Conforme al Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Convención de los Derecho del Niño, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad y las Orientaciones Técnicas Internacionales sobre educación en sexualidad enfatizan que todas las personas jóvenes necesitan educación sobre sexualidad, incluyendo las que viven con alguna discapacidad. El acceso de los niños, niñas y adolescentes a una educación integral en sexualidad se fundamenta en los convenios internacionales en materia de salud, igualdad de género o educación, así como en una serie de acuerdos regionales que incluyen compromisos específicos respecto a la enseñanza de la educación en sexualidad y que siguen obligando a los países a rendir cuentas a este respecto, entre ellos México.
En nuestro país la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos artículo 3 y 4, La Ley General de Educación, La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, La ley General de Población, Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, entre otras normatividades, establecen el derecho de todas las personas, entre ellas las que viven en situación de discapacidad a recibir una educación integral en sexualidad con perspectiva de género con irrestricto respeto de sus derechos humanos.
De igual manera, la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible insta a los Estados a promover un desarrollo inclusivo que reconozca el derecho de personas con discapacidad a la igualdad de acceso a la educación y el empleo entre otras cosas. Fija metas para la acción de los Estados para eliminar la violencia contra todas las niñas y mujeres, incluidas aquellas con discapacidad, y para asegurar el acceso a todo el mundo a los servicios de salud sexual y a la educación.
Por desgracia, las personas con discapacidad, entre ellas las adolescencias siguen sin ver garantizados sus derechos sexuales y reproductivos así como el acceso a la EIS.
La investigación ha revelado que las adolescencias y juventudes con discapacidad tienen niveles bajos de educación sexual y poco conocimiento sobre Salud Sexual y Reproductiva. Las niñas con discapacidad suelen tener aún menos conocimientos que sus pares masculinos[1]. Las diferencias en los niveles de conocimiento han sido atribuidas a las diferencias en el tipo y gravedad de la discapacidad, siendo las adolescencias con discapacidad intelectual las que tienen el nivel más bajo[2]. En parte, esto se debe a la falta de inclusión de las infancias y adolescencias con discapacidad en las escuelas, donde se suele enseñar la EIS, y a las menores tasas de asistencia escolar, especialmente entre las niñas con discapacidad. Solo un 5 por ciento de los niños y niñas con discapacidad completan su educación primaria[3] y eso resulta en su exclusión de la educación sexual en los colegios y de los programas de concienciación sobre el VIH/ SIDA. Cuando las infancias con discapacidades inician la vida escolar, a menudo están en escuelas de educación especial u organizaciones donde la educación integral en sexualidad no se incluye.
En México y el mundo la investigación muestra que la ausencia de EIS se debe a menudo a la falta de conocimiento de que la actividad sexual es un aspecto normal y saludable del crecimiento y desarrollo. Para asegurar que las adolescencias con discapacidad tengan los mismos derechos y acceso a una educación e información apropiada, debe reconocerse lo siguiente:
[1] Braathen, A., Rohleder, P. & Azalde, G. (2017). Sexual and Reproductive Health and Rights of Girls with Disabilities: A review of the literature, and research cited therein.
[2] Kassa, T.A. et al. (2016). Salud sexual y reproductiva de los jóvenes con discapacidad en Etiopía: Un estudio sobre conocimientos, actitudes y prácticas, Globalisation and Health 12(1).
[3] UNESCO (2007). EFA global monitoring report: EFA. Strong foundations: Early childhood care and education
[4] Braathen, A., Rohleder, P. & Azalde, G. (2017). Salud sexual y reproductiva y Derechos de las niñas con discapacidad: Una revisión de la literatura.