c) EIS en condiciones de igualdad con los demás

Es necesario garantizar a las infancias y adolescencias con discapacidad el acceso a la EIS a partir de programas que contemplen la accesibilidad que requieren, así  como las situaciones de aislamiento social que pueden vivir desarrollando estrategias para llegar a quienes viven incluso aislados en sus hogares o instituciones.

A continuación te presentamos nueve componentes esenciales de los programas de educación sexual integral modificados para adolescencias con discapacidad, retomado de Jóvenes con Discapacidad: Estudio global sobre cómo poner fin a la violencia de género y hacer realidad la salud y derechos sexuales y reproductivos.

Componente uno: Una base en los valores universales de los derechos humanos que incluya los derechos de las personas con discapacidad. La EIS se puede utilizar no solo para promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos, sino también para promover la igualdad de género y los derechos humanos de todas las personas. La EIS puede introducir a las infancias y adolescencias con y sin discapacidad a las ideas de la igualdad y los derechos humanos de las personas con discapacidad al mismo tiempo que aprenden sobre el respeto hacia la sexualidad propia y la de los demás, la igualdad de género y los derechos humanos.

Componente dos: Igualdad de género. Para que la educación sexual integral sea eficaz y cumpla los estándares internacionales, también debe promover la igualdad de género. Dado que a menudo la discapacidad exacerba las desigualdades de género, es especialmente importante que las y  los participantes de EIS reciban y entiendan una perspectiva desde la discapacidad al examinar los subtemas clave relacionados con el género.

Componente tres: Información rigurosa y con precisión científica. La información completa y precisa es esencial para que las infancias y adolescencias puedan disfrutar totalmente su salud y derechos sexuales y reproductivos. Existen muchas ideas equivocadas sobre la sexualidad y la discapacidad, incluyendo creencias sociales perjudiciales que conducen a la estigmatización y al aislamiento social. La educación sexual integral debe abordar las falsas creencias, como la creencia de que las personas con discapacidad son asexuales, dentro de los contextos culturales adecuados.

Componente cuatro: Un entorno de aprendizaje seguro, sano e inclusivo de la discapacidad Para que alguien pueda participar plenamente en la EIS, debe tener acceso a un entorno de aprendizaje accesible, seguro y sano. Las personas con discapacidad, especialmente las infancias, adolescencias y juventudes con discapacidad, son a menudo el blanco del acoso escolar, de la discriminación e incluso de la violencia por parte tanto de profesores como de sus iguales. Por lo tanto, es particularmente importante que los educadores de la EIS cuenten con políticas de inclusión de la discapacidad fuertes que dejen claro que no se tolerará ninguna forma de discriminación. Esto debe incluir formación sobre la concienciación de la discapacidad para todos los participantes y partes interesadas y políticas de supervisión.

Componente cinco: Enlace con servicios relacionados con la salud sexual y reproductiva y otras iniciativas que aborden el género, la discapacidad, la igualdad, el empoderamiento y el acceso a los activos educacionales, sociales y económicos para las y los jóvenes. Los programas sobre EIS deben estar comunicados con iniciativas complementarias que apoyen la salud y los derechos sexuales y reproductivos de manera específica y factores sociales más amplios que influyan en su salud y los derechos sexuales y reproductivos. Al conectar con estas iniciativas, los programas de EIS deben garantizar que sean inclusivas de la discapacidad de forma que este colectivo pueda participar en igualdad de condiciones. Las iniciativas complementarias pueden incluir programas para crear políticas de servicios sobre salud sexual dirigidas a las y los  jóvenes, centros de atención médica sexual accesibles para las personas con discapacidad, campañas de concienciación dirigidas a cambiar normas de género perjudiciales y a la inclusión de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en las leyes y políticas sobre discapacidad.

Componente seis: Métodos de enseñanza participativos para la personalización de la información y habilidades reforzadas en comunicación, toma de decisiones y pensamiento crítico. Las infancias y adolescencias participantes de EIS deben aprender las habilidades necesarias para pensar de manera profunda sobre sus decisiones sexuales y también ser capaces de comunicarlas de manera eficaz con otros. Los programas sobre EIS deben prestar atención al hecho de que muchos adolescentes y jóvenes con discapacidad pueden haber crecido en hogares sobreprotectores y pueden no haber desarrollado el mismo nivel de autonomía en la toma de decisiones y las habilidades para abogar por sí mismos como sus iguales. Por lo tanto, es posible que sea adecuado que los programas sobre EIS desarrollen lecciones dirigidas para garantizar que las infancias y adolescencias con discapacidad sean capaces de desarrollar completamente esas habilidades así como lecciones interactivas que incluyan participantes con y sin discapacidad.

Componente siete: Reforzar la defensa de las y los jóvenes y el compromiso civil Los programas sobre EIS deben incluir a  las adolescencias, y juventudes con y sin discapacidad en el diseño de programas y facilitar su participación en actividades de cambio social positivo, incluyendo la concienciación y la defensa en lo referente a la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Incluirlos en el diseño de las actividades de los programas ayudará a garantizar que se incluya una perspectiva de la discapacidad en el programa y que todas las actividades de compromiso de defensa y cívico sean inclusivas de la discapacidad. Los programas sobre educación sexual integral también deben garantizar que cualquier organización de la sociedad civil cuente con políticas de inclusión de la discapacidad y que las organizaciones de personas con discapacidad, especialmente las que representen a las infancias, adolescencias y juventudes, tengan plena participación a la hora de asesorar y evaluar políticas y creación de programas sobre EIS.

Componente ocho: La relevancia cultural a la hora de hacer frente a las violaciones de los derechos humanos y a la desigualdad de género y de discapacidad. Dado que a menudo las actitudes y creencias relacionadas con el género y la discapacidad están profundamente arraigadas en las normas socioculturales, cualquier programa sobre EIS debe desarrollarse de forma sensible hacia los elementos culturales, cumpliendo los estándares internacionales. Deben abordar de manera explícita mitos e ideas equivocadas relacionados con el género, la discapacidad y otros ejes de discriminación que existen en el contexto local. La implicación de las partes interesadas y de otras personas familiarizadas con el contexto local es crucial para diseñar programas que promuevan los derechos humanos, la igualdad de género y los derechos de las personas con discapacidad de forma sensible a los aspectos culturales para garantizar que se entiendan, acepten y calen hondo.

Componente nueve: Llegar a sectores formales e informales y a grupos de edad. Los programas sobre EIS con éxito utilizan información apropiada para la edad para interactuar con las infancias, adolescencias y juventudes de todas las edades en una variedad de escenarios, incluyendo su participación tanto dentro como fuera de la escuela. Los programas sobre EIS también deben desarrollar estrategias para identificar de forma específica e invitar a infancias, adolescencias y juventudes con discapacidad aislados socialmente, incluyendo concienciación de sus padres y de otros participantes.